La importancia de acelerar una web corporativa

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El WPO (Web Performance Optimization) es una técnica desconocida por muchos empresarios, pero su aplicación es cada vez más relevante para disfrutar de un mejor posicionamiento en buscadores. Se trata de optimizar varios parámetros de una web para reducir el tiempo de carga y hacer que el contenido cargue en pocos segundos. También implica pulir el diseño aplicando tendencias actuales para que los visitantes accedan fácilmente al contenido principal sin distracciones y sin la sensación de agobio que producen gráficas demasiado recargadas.

Decimos que es una técnica desconocida porque requiere una inversión alta en tiempo y ciertos conocimientos de programación, y por eso no suele ser una prioridad en los presupuestos. Si en la empresa no hay nadie que disponga de los conocimientos necesarios para realizar este trabajo, será necesario recurrir a un especialista externo, aunque suponga un gasto adicional.

¿Porque se deberían optimizar las webs?

Consideren los siguientes datos:

  • A partir de los 4 segundos de carga, el porcentaje de abandono de una web crece exponencialmente
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  • La velocidad media de carga de las mejores páginas web a nivel global se sitúa por debajo de los 10 segundos
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  • El usuario decide si quedarse o no en una web por su diseño, y la decisión se produce en tan solo medio segundo

 

Para que nuestro sistema sea optimizado correctamente, hay varios factores a tener en cuenta:

Hosting

El primer paso para disfrutar de una web más rápida es el servicio de alojamiento. De nada sirve optimizar una web si el plan de alojamiento que hemos elegido es lento.
Muchos optan por planes económicos para alojar su web corporativa, pero pronto se dan cuenta que los limitados recursos a su disposición inciden notablemente en la velocidad de carga de su página.

Técnicas

Este apartado requiere especial atención y unos conocimientos técnicos superiores. De las varias técnicas disponibles destinadas a la optimización, destacamos las siguientes:

Compresión (GZIP, HTML, CSS y Javascript)
La compresión permite reducir el tamaño de ciertos archivos de una web para reducir el tiempo de carga. Según los lenguajes de programación empleados para crearla, podemos aplicar diversas técnicas orientadas al mismo resultado.

Server caché
Cada petición a una web genera multitudes de solicitudes y conexiones al servidor. El uso de recursos se hace especialmente pesado cuando la web aumentan en contenido y visitas.
Con esta técnica, se almacena cierta información para evitar que en cada visita se recarguen todos los elementos de la web, reduciendo así el tráfico generado en un servidor. Se puede establecer manualmente cuales serán los recursos de nuestra web que hagan uso de este sistema, optimizando la carga y reduciendo notablemente el uso del servidor.

CDN (Content Delivery Network)
Básicamente es una red externa al servidor donde se aloja nuestra web que permite almacenar cierto tipo de contenido (fotos, vídeos, aplicaciones…) y cargarlo únicamente cuando sea necesario. Estos tipos de plataformas permiten además cargar el contenido desde el servidor más cercano al usuario, ganando así segundos importantes para la optimización.

Buen diseño
El impacto visual es incuestionable. Muchos diseñadores y programadores se siguen aferrando a técnicas desfasadas como el uso de sliders, elementos animados en la portada, gráficas recargadas, mala elección de colores y contrastes, un número exagerado de enlaces y referencias, Flash…
Todo ello causará una mala impresión al usuario que acabará abandonando la web para no volver nunca.

Medición de resultados

Las Herramientas para Webmasters de Google y las Herramientas para Administradores de Web de Bing son utilidades de medición muy completas (y ambas gratuitas) para tener bajo control muchos aspectos de la web destinados a mejorar su posición en buscadores.

Para obtener informes detallados sobre la carga de cualquier web y conocer los puntos débiles para su posterior corrección, se puede usar PageSpeed Insights de Google y GtMetrix (las dos gratuitas también). Para aplicaciones web más intensivas o donde los recursos empleados son mayores, se puede recurrir a servicios de pago como Pingdom.

 

Por cada segundo que tu página no carga, pierdes clientes.

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